Los Hertz (en español llamados hercios y abreviados como Hz) son un concepto técnico que a veces puede causar confusión: ¿cómo podemos saber si una televisión con 60 hertz es mejor que una con 120 hertz sino sabemos que significa ese concepto? Por eso en este artículo intentamos responder a la pregunta ¿cómo influyen los Hz en la calidad de imagen de una televisión?

¿Cuándo nacieron los Hertz? y ¿para qué sirven?

Lo primero de todo es contar un poco de dónde viene este término. Su nombre es en honor al físico alemán que lleva su mismo nombre, Heinrich Rudolf, que fue el precursor de la propagación de ondas electromagnéticas en el siglo XIX. Como ya se sabe, los televisores reciben una señal de imagen y audio y la retransmiten en un panel. En este sentido, la velocidad es fundamental para que podamos captar el movimiento con la mayor claridad. Pues bien, los Hertz es la medida que se encarga de cuantificar la velocidad o frecuencia de refresco del televisor.

Supuestamente, a mayor número de hercios, mayor será la fluidez del vídeo. Sin embargo, no todo es tan fácil, pues el televisor debe adaptarse a las capacidades de dicha señal. En realidad, los Hz son sumamente importantes y los expertos aseguran que basta con una tasa de 50 o 100Hz, aunque en el mercado dispones de pantallas que superan bastante estas medidas, hasta el punto de que pueden llegar a los 1,000Hz o al menos eso es lo que se dice.

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¿Qué implica una TV de 120 Hz?

A la hora de promocionar un televisor, los fabricantes utilizan términos comunes asociados al marketing. La velocidad o rapidez con la que una imagen aparece en la pantalla es algo muy importante que se mide en Hz, de hecho 120Hz es una medida muy común en la industria. Cuando en una televisión se ha empleado el término 120Hz, significa que la imagen tiende a refrescarse hasta 120 veces en la pantalla del televisor durante un sólo segundo. Así, un programa está dotado de imágenes palpitantes que pasan muy rápidamente de forma imperceptible a simple vista.

Lo que quiere conseguir el fabricante a la hora de promover una televisión de 120Hz es reducir al máximo la borrosidad que se produce en el movimiento de la pantalla. Esta borrosidad está latente cuando las imágenes no se refrescan tan rápidamente como deberían. De ese modo, dado que las televisiones de 120Hz son más rápidas que las de 60Hz, en teoría, esa borrosidad es casi nula.
Ahora bien, la alimentación que recibe el televisor también cumple una función importante en este sentido, así que a veces sucede que las imágenes borrosas pueden mostrarse tanto en un televisior de 60Hz como en la de 120Hz. Otra aspecto que debe tomarse en cuenta son los televisores de índices más altos, entre 240Hz y 480Hz. Lo que hay que comprobar antes de adquirirlos, es que efectivamente exista una diferencia apreciable.

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Los hertz están relacionados con el tamaño ¿Sí o no?

Es muy común y entendible que los usuarios tomen el tamaño del televisor como una variable imprescindible a la hora de escoger, pero uno de los aspectos fundamentales que debe mirarse son los hertz. Las tasas de refresco de un televisor no tienen nada que ver con el tamaño del televisor. Sin embargo, con respecto a los hertz no todo es bueno. Algunos fabricantes aumentan esta tasa de refresco dando lugar a los llamados «hercios no reales». Esto se utiliza únicamente como arma publicitaria, pues a la larga no mejora la calidad de imagen de manera tan significativa. De ese modo, se  debe recordar que lo que verdaderamente importa son los hertz reales, pues cuanto más alto sea su valor (entre 100 y 200Hz), mejor será la calidad de visión de la imagen. Del mismo modo, hay de tener mucho cuidado con respecto al procesador de imagen, pues dos televisores con similares características y diferentes procesadores pueden variar bastante. Por ejemplo, LG para sus televisores 2018 utiliza procesadores Alpha 9 y Alpa 7. En el caso de Samsung se trata del Q Engine y con respecto a Sony, es el procesador 4K HDR Processor X1 Extreme. Cada uno tiene sus pros y sus contras, pero de eso hablaremos en otro artículo.

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Escrito por Fiorentina (@FiorGarciaM)