Un día leí una nota del New York Times en la que hablaban de una persona que hizo dinero revendiendo productos de Amazon en una tienda física o algo así. Era un claro ejemplo de la frase cuando comprar en línea se vuelve negocio y fue entonces cuando decidí probar, poner la moneda al aire y tomar el riesgo.
Emprender ha sido parte de mi historia. Si algo les puedo decir es que como casi todo en la vida, todo es prueba y error. Podemos caer, equivocarnos, perder y por más que duela tenemos que levantarnos y volver a intentar de nuevo u otra cosa totalmente distinta, no importa el tiempo que tome recuperarnos, todo esto sirve para aprender.
El año pasado fue en lo personal algo complicado financieramente hablando. Necesitaba una pausa entre tantas actividades, un emprendimiento con el que actualmente llevamos poco más de 2 años, cuentas y personal por pagar. Quería salir de vacaciones, pero necesitaba también un ingreso extra para lograrlo, y decidí ponerme en acción después de leer el artículo que les comenté al inicio.
Poniendo en marcha el plan: cuando comprar en línea se vuelve negocio
Para llevarlo a cabo hice una breve investigación en los grupos de venta en facebook, se acercaban las fechas decembrinas y en estos grupos fácilmente pude ver cuáles eran los productos más solicitados o los más vendidos. Después busqué esos productos en línea con el mejor precio posible, de modo que pudiera competir con los actuales vendedores. Esto fue fácil y me di cuenta de que cómo eran pocas personas vendiendo lo que la gente pedía, los vendedores inflaban los precios bastante entonces supe que podría ofrecer los productos a precios más bajos para volverme más competitivo.
Hice la compra de los productos y en lo que me llegaban los pedidos comencé mis ventas en un grupo de Facebook. La gente comenzó a responder rápido, de modo que cuando los productos me llegaron, ya los tenía todos apartados. Después de esto procedí a la última fase: hacer una fan page para vender más productos directamente, con un horario y lugar establecidos (al menos durante la temporada).
En mi plan cuando comprar en línea se vuelve negocio, me inventé un nombre, logo y todo lo que se necesita para poder llegar a un posible mercado y generar ventas. Para mi buena suerte y como lo he mencionado antes, me dedico a la publicidad y marketing digital, así que esto fue pan comido. Para quienes no tengan conocimiento de lo que hay que tomar en cuenta, pueden buscar información al respecto. En cualquier red social podemos buscar temas o cursos relacionados sobre cómo vender a través de redes sociales. No es difícil, pero tomen su tiempo para aprender, tengan paciencia y verán los resultados. Estoy seguro que más de uno ha tenido esta idea de cuando comprar en línea se vuelve negocio.
Gracias a la antes mencionada, informalidad de Mercado Libre, algunos de estos productos vendidos en este sitio los tuve que comprar al precio publicado. No obstante pude contactar fácilmente a los vendedores para poder negociar un mejor precio de mayoreo y acordar métodos de pago y envío. Otra moneada al aire por que muchos de los vendedores no tienen negocio establecido y se presta para algún tipo de estafa, por eso recomiendo mejor buscar a los que sí tengan una tienda física o al menos que tengan su propio sitio web. No nos olvidemos de revisar las calificaciones de estos vendedores, esto nos ayudará a saber si podemos confiar o no en ellos.
¿Cómo pasar de comprar a vender en línea?
El método que utilicé para materializar mi frase cuando comprar en línea se vuelve negocio fue fácil. Sólo buscaba fotografías del producto y usos que se le pueden dar a los mismos para hacer las publicaciones más atractivas.
En la publicación ponía: fotografías con el logo de la tienda, nombre del producto, especificaciones y a cada publicación le destinaba un presupuesto para que le apareciera al mercado que buscaba (para los que no están muy familiarizados con estas campañas de publicidad, en facebook podemos elegir rango de edad, localidades, intereses, entre otras cosas que te ayudan a llegar a tu mercado meta y hacer la publicación más efectiva). Después de las publicaciones, esperaba las reacciones de la gente y los productos con más reacciones y comentarios los volvía a poner con nuevas fotografías o simplemente le asignaba más presupuesto a la publicación que ya estaba puesta en circulación. Esto también me ayudaba a mí a saber cuál era el tipo de productos que más tenía que comprar y poner a la venta.
Aproveché el lugar que uso como oficina para trabajar y ahí mismo hacía las ventas, muchas personas iban a ver el producto, apartaban y después volvían por su pedido. Una de las políticas que manejaba era la de un sistema de apartado con fecha límite de pago (si no pagaban en un máximo de 15 a 30 días, según el precio del producto, no había devoluciones. Todo con el fin de asegurar la venta). Esta política hizo que las ventas fueran aún mayores, pero me era muy difícil -casi imposible- tener productos en stock pues la demanda era demasiada.
Los resultados de mi aventura cuando comprar en línea se vuelve negocio
Una pregunta muy recurrente era sobre los métodos de pago, muchos me pedían que tuviera terminal o aceptara tarjetas de crédito, por lo cual tuve que recurrir a utilizar Mercado Pago (que me sirvió también para los pagos de algunos clientes de la agencia de publicidad).
Desde noviembre hasta mediados de febrero las utilidades de las ventas me dejaron aproximadamente $30 mil pesos… ¡Nada mal como un ingreso extra!
El municipio en el que vivo es pequeño -comparado con CDMX no es nada- somos aproximadamente 130 mil habitantes. Sin embargo, gente de localidades cercanas e incluso de otros estados me pidieron envío hasta su localidad. Tal vez el hecho de que no exista tanta competencia ayudó.
Mis 3 productos más vendidos fueron: Bocinas portátiles, visores de realidad virtual y lo principal… La consola Coolbaby, de la que hablé en otro artículo. ¡Les dije que la nostalgia vende!
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Carlos, el experto en tecnología de Tec-Check