El creador de Ariel es Procter & Gamble (P&G) que lleva 175 años ocupándose de fabricar productos para la higiene personal: champú, pasta de dientes, jabón para lavar la ropa o pañales para los niños. Su primer producto famoso fue el jabón Ivory, que fue el primer jabón de uso personal en barra que flotaba en el agua. ¿Cómo está eso? Sí, por ahí de la década 1870, las personas usaban jabones hechos a base de cloro, grasas para cocinar y cenizas de chimenea que, al tocar el agua, estos jabones automáticamente se disolvían. Uno de los hijos de los fundadores de P&G descubrió la fórmula que producía un jabón con burbujas de aire que le permitían flotar y lo nombraron Ivory “el jabón de marfil”. Desde entonces, la compañía no ha dejado de crecer y, actualmente, se halla en más de 80 países, donde comercializa actualmente nada menos que 80 marcas diferentes que superan los 55,000 millones de dólares en ventas.
El camino de Procter & Gamble (P&G) basado en la especialización
Durante casi cincuenta años, su único producto fueron los jabones en barra. Se especializaron en el diseño, fragancias, sobre todo, en su imagen frente al público. En 1924 se crea un departamento de investigación de mercado para estudiar las preferencias de consumo, los hábitos de los consumidores y de esta forma, surge la gestión de marcas que caracteriza a esta empresa. Es hasta 1933 cuando lanzan su primer detergente bajo el nombre de Dreft, el primer detergente sintético. Es decir, el primer detergente que se hizo con base en químicos complejos, petróleo y grasas animales y vegetales, cuya capacidad de limpieza no depende de la dureza del agua y que no forman espuma.
A partir de este lanzamiento, P&G siguió expandiéndose en la fabricación de diversos productos que tenemos hasta nuestros días, como pasta de dientes Crest, suavizante Downy, pañales Pampers y hasta las papas conocidas como Pringles. Para la década de 1980, esta empresa ya estaba posicionada en el mercado internacional. Se creo una red de investigación y se expandió en Estados Unidos, Europa, Japón y América Latina. Procter and Gamble llegó a México en 1948 y la fábrica instalada sirvió de puerta de entrada a las restantes naciones de América Latina. Gracias a ella, ha ido consolidando una posición de fama y prestigio en todo el subcontinente de habla hispana.
El uso correcto de Ariel: dosis, líquido o polvo y tipo de agua
En lo que respecta al detergente Ariel, nació en 1968 y supuso toda una revolución en el lavado de la ropa gracias a su fórmula novedosa, de ahí el átomo que tiene como logo. Desde entonces, esta premisa de la innovación ha sido una constante y, progresivamente, se le han añadido el cloro activo, los sistemas reforzados de blanqueado, la modalidad líquida que se disuelve mejor y cuida más la ropa, así como nuevas tecnologías de limpieza incluso para manchas específicas.
Por otra parte, este detergente está compuesto, esencialmente, de blanqueadores, surfactantes, estabilizadores de espuma, enzimas, polímeros, acumuladores, blanqueadores, abrillantadores y perfumes, todos los cuales trabajan juntos para dar un resultado óptimo al lavado. La parte más importante de este corre a cargo de los surfactantes, que se encargan de eliminar las manchas más fuertes. A ello colaboran las enzimas, que son de distintos tipos, cada una destinada a una clase específica de suciedad. Por su parte y como su propio nombre indica, los blanqueadores se ocupan de blanquear las prendas y eliminar ciertas manchas de color. Los acumuladores tienen como misión facilitar el trabajo de los anteriores haciendo que el agua sea menos dura (de que tenga la acidez justa se ocupan los amortiguadores). Y, finalmente, los polímeros se ocupan de impedir que las manchas vuelvan a depositarse en la ropa una vez se han desprendido de ella. A estos ingredientes se suman abrillantadores, supresores de suciedad, diferentes suavizantes y perfumes. Aunque en estos último está una discusión intensa sobre los efectos negativos que los perfumes del detergente pueden tener en la calidad del agua, desarrollo de alergias y gases tóxicos. En nuestra artículo FAQs sobre detergentes, tipos de lavado, etiquetas de ropa se incluyen algunos consejos sobre la cantidad de detergente adecuada para diferentes tipos de ropa.
En cuanto a estos últimos, Ariel los ofrece de diversos tipos e incluso sin aroma. Además, son hipoalergénicos, lo cual significa que son probados antes de comercializarse para evitar reacciones alérgicas. En este sentido, sus perfumes (como los de todos los productos Procter & Gamble) cumplen con los estándares de la Asociación Internacional de Perfumería y con los del Instituto de Investigaciones para Materiales de Fragancias.
Ello nos lleva a otra cuestión importante, la de las evaluaciones a que se somete este detergente. La más importante de todas es, sin duda, la del propio consumidor. En cuanto a pruebas científicas, la última que llevo a cabo Profeco fue en 2007, en la que analizó distintos jabones para la ropa a través de muchos parámetros como la eficacia del lavado, el desgaste y pérdida de color de los tejidos, el precio o la información al consumidor[1]. En todos ellos, Ariel obtuvo buenos resultados, especialmente en lo que se refiere a la eliminación de manchas, la conservación de los colores y el coste del producto.
Crítica de Ariel
No obstante, y como muestra del rigor del estudio de Profeco, también se le hacen algunas críticas. Por ejemplo, la distinta calidad de sus diferentes versiones o el hecho de que sus instrucciones hacen referencia a una «practi taza» que no viene en el envase. También han surgido algunas controversias respecto a sus virtudes ecológicas. Otras de las controversias a esta empresa se dio en la Unión Europea cuando P&G, junto con la empresas competidoras, fueron multadas por acordar los precios de sus respectivos detergentes. Esta práctica económica es conocida como un cártel, pues las empresas, en lugar de competir por mejores precios, acuerdan los precios. Los menos beneficiados de esta práctica son los consumidores.
Para interés de los consumidores, P&G tiene un sitio exclusivo sobre información de cómo usar el detergente, técnicas para sacar distintos tipos de manchas y consejos para lavar la ropa. La principal competencia de Ariel es Persil, del fabricante Henkel. Hasta la fecha ni PROFECO u otra institución los ha probado frente a frente para ver qué tal es el desempeño de cada uno.
Fuentes:
[1] El la revista del mes de abril del año 2007, PROFECO presenta el estudio Detergentes en polvo para ropa.